El jueves 19 de julio, decenas diversas de organizaciones, sindicatos, colectivos y las gentes que desde hace más de un año venimos confluyendo en lo que se conoce como 15M salimos a las calles en 80 ciudades de toda España. Protestamos, una vez más, contra la forma en que los partidos políticos gobernantes están gestionando esta estafa que llaman crisis. Fuimos cientos de miles y mandamos un mensaje bien claro, por mucho que ciertos políticos y medios de comunicación traten de obviarlo.
En Málaga, los sindicatos hablan de más de 100.000 personas y un bloque crítico con las cúpulas sindicales estuvo allí.
Seguimos diciendo que vuestra crisis no la pagamos, que no tenemos miedo, que tenemos confianza en nosotras, las personas, y que no vamos a seguir tolerando que nos roben para rescatar a banqueros.
Al final de la manifestación de Madrid, numerosos agentes policiales volvieron a demostrar que cumplen las órdenes de quienes quieren que caigamos en el miedo, que nos quedemos en casa y acatemos su negligencia.
Mientras tanto, quienes gobiernan siguen queriendo que creamos que está todo bajo control, que tienen idea de cómo salir de esta. Hacen el ridículo. Hoy la prima de riesgo supera los 610 puntos y todos los indicativos del Ibex 35 están en números rojos. Quieren hacernos creer que sus recortes van a solucionarlo, pero ya no les creemos. Hemos comprendido que ha llegado el momento de converger, de unirnos. Nuestra lucha, nuestra razón es la de todas las personas que no somos parte de ese 1% que nos roba, nos miente y nos humilla. A nadie se le escapa que un Gobierno que aplica sistemáticamente lo contrario a lo que decía en su programa electoral no tienen legitimidad democrática. A nadie se le escapa que estos gobernantes, sordos y perdidos, hacen su trabajo a espaldas de la población y no cuentan con nuestro apoyo.
En Madrid, mañana sábado 21 de julio iremos desde Málaga a recibir a las marchas de desempleados. Un pequeño grupo que nos recuerda que hay 4.615.269 personas en esta situación. Con ellas, seguiremos en las calles y en las plazas, recordando a nuestros gobernantes que no nos representan, que nada de lo que hacen es en nuestro nombre. Que no vamos a tolerar más. Que se jodan los culpables. Que exigimos un cambio de rumbo. Que se vayan todos.