El pasado sábado 12 de mayo el movimiento 15M protagonizó una nueva manifestación ciudadana en la que participaron más de 20.000 personas, a pesar de las trabas gubernamentales. No obstante, desde el propio movimiento 15M queremos manifestar nuestro malestar por que el recorrido impuesto por la subdelegación de gobierno.
En dicho recorrido impuesto no se recogían las distintas alternativas que desde la organización se habían planteado para evitar conflictos con la Noche en Blanco y no se veló por la seguridad de los participantes ni tampoco del resto de la ciudadanía. Desde la salida de la manifestación, desde la plaza de la Merced, se comprobó que la Policía Local de Málaga carecía del personal adecuado en número para el cumplimiento de la seguridad del recorrido y despejar el tránsito en favor de dicho recorrido. Se vivieron algunas situaciones no deseables que la policía debería haber evitado: ausencia de regulación del tráfico, abrir camino entre los viandantes, etc. Sin duda, las situaciones más surrealistas que se vivieron fueron:
- Dos únicos agentes para regular los cortes de tráfico necesarios en una manifestación de miles de personas. Mucha de la ciudadanía allí presente tuvo que dirigirse en repetidas ocasiones a la pareja de agentes de la Policía Local para que realizara la labor de cortar el tráfico.
- A las 19.00, la policía no previó el paso de un coche de boda tuvo que esperar durante más de tres cuartos de hora para celebrar su enlace en la Catedral y procedió a meterse en mitad de la manifestación, con el riesgo para la seguridad que ello supone.
- Paralelamente, a la misma hora, la policía cortó la manifestación en dos para dar paso a un autobús turístico que había entrado en la plaza de la Merced, lugar de donde partía la protesta. Llegados a la plaza de Uncibay, un nuevo incidente por dejadez policial: los pivotes de seguridad para evitar el tráfico rodado diario no habían sido retirados, dificultando así el tránsito de manifestantes e impidiendo el paso al camión que acompañaba la marcha, que tuvo que dar un rodeo por otras calles del centro repletas de viandantes para la Noche en Blanco. Después de diez minutos, dos policías locales aparecieron brevemente para intentar levantar los pivotes, sin éxito. Sin embargo, esta carencia de medios policiales desapareció hacia las 10.00 horas, cuando una decena de policías aparecieron para hacer presión y evitar que siguiera desarrollándose la asamblea reunida.
- Que dicho acoso continuó durante las asambleas del domingo y lunes en la Plaza de la Merced en el que la Policía Local intentó que se quitasen las pancartas del mobiliario urbano (una reja de la Merced), batalla de la que orgullosamente ganamos con la razón y un poco de ingenio.
- Que el día 15 de mayo, había dos furgones de antidisturbios en la Plaza de la Constitución y agentes acompañados de perros durante la asamblea del 15M. Hecho totalmente innecesario para una protesta pacífica. Ningún incidente tuvo lugar, aún con una afluencia de más de medio millar.
Ponemos de manifiesto que la función de la Policía Local consiste en garantizar el ejercicio del derecho de reunión por parte de la ciudadanía adoptando las medidas necesarias para ello, con el objetivo de evitar situaciones de alteración del orden público y de peligro para las personas y asegurar el discurrir pacífico de tantas miles de personas. Sin embargo, lo que se pretendió desde las instituciones municipales, fue invisivilizar la manifestación con un recorrido sinuoso, corto, que no garantizaba el discurrir tranquilo y fluido de personas.
Apuntamos al máximo responsable de todo lo que sucedió: el concejar Julio Andrade. Decir que Julio Andrade visitó en la plaza de la Merced una vez concluida la manifestación junto al edil de cultura, acompañados de policías de paisano. Esto es importante porque implica que estaban pendientes y conocedores directos de cuanto surgía en la manifestación y totalmente accesibles para la Policía Local.
Esta actitud, manifiesta una intención clara de desentenderse de su responsabilidad con respecto a garantizar que se ejerza con absoluta normalidad el respeto del derecho de manifestación, y otra muy clara de reprimir el derecho de reunión en la Plaza de la Merced.
Asimismo, destacar también que es inverosímil que no haya existido una previa visualización de la Policía Local del recorrido ya que en las calles estrechas (C/ Casapalma) se podía haber avisado de no estacionar vehículos que dificultaban el gran número de manifestantes, de la misma manera que cuando hay una procesión se suele dar avisos de no estacionar en calles estrechas.
Sospechamos que por su parte pretendían invisibilizar la manifestación con ese recorrido impuesto, obstaculizarla al no adoptar las medidas necesarias para garantizar el discurrir tranquilo sin incidentes de numerosísimas personas. Destacar además que el intento de invisibilización corresponde a una estrategia estatal, ya que en diversas ciudades se han dado casos de distinta magnitud.
Pero lo positivo, es que no lo han conseguido. A pesar de sus burdos intentos de esconder debajo de la alfombra a decenas de miles de personas, el resultado fue: éramos más, seremos más, y que el ambiente alegre y pacífico y libre de incidentes fue la tónica de la tarde.