“El cuento de una ILP a la que ningún político quería” por la Comisión Legal

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El cuento de una ILP a la que ningún político quería

Quiero que anoteis algo y lo recordeis porque lo retomaremos más adelante: “Son causas de inadmisión (de las ILPs):…Que tengan por objeto un proyecto o proposición de Ley que se encuentre en tramitación parlamentaria” Se que esta frase no os dice nada pero cobrará sentido más adelante.

Ahora voy a empezar mi cuento:

Había una vez un grupo de indignados, con sus flautas y sus perros, que decidieron un 15 de mayo, tomar la plaza. Segun me indica el calendario sólo hace mes y medio, pero no acabo de entender cómo siendo yo uno de ellos, de mi flauta y de mi perro apenas tengo recuerdo, debí abandonarlos, supongo que porque no me quedaban manos para sujetar las pancartas.

Según cuenta “La Razón” vivíamos felices atando toldos a monumentos históricos y cultivando marihuana que debieron comerse los perros y fumarse las flautas, motivo por el cual no queda rastro de ninguno de ellos. Supongo que andarán en dependencias policiales, las flautas, los perros, las marijuanas. Siguiendo el procedimiento de habeas corpus habrán pasado todos a disposición judicial. Pobre perro mío, lástima no recordar su nombre, iría a hacerle una visita a la cárcel de Alhaurín.

Pero he aquí que un buen día, en concreto un 31 de mayo, sólo 15 días después de haberse iniciado nuestras vacaciones a la bartola en la plazoleta, se presentó una ILP en el Parlamento de Andalucía. Que ya era hora, coño, quince días para reescribir las leyes, malditos perroflautas que no tienen propuestas concretas.

Era una ILP preciosa, rebonita, de estreno, con su exposición de motivos, y sus dos títulos repletos de artículos todos numerados correlativamente. De tan bonita que era la llamaron Iniciativa Legislativa Popular Andaluza de Fomento de la Participación Ciudadana, ahí es ná, como Felipe Juan Froilan de Todos los Santos. Y la comisión legal se quedó en la gloria, como recién parida.

Pero la bella ILP, creció, se hizo mayor, y al pisar el Parlamento ya era toda una mujercita con visos de convertirse en ley de verdad, y aquí surgió el problema. Los señores políticos empezaron con recelos.

Corrían por los pasillos del Parlamento alocados, erizados los pelos, revueltas las pestañas, rechinando los dientes. Se había colado una intrusa a la que nadie le había dado permiso, y su texto rebotaba de mesa en mesa hasta casi agotar el plazo para su admisión a trámite.

Pero de repente, alguien tuvo una fantástica idea. Le devolvemos la pelota a sus padres (entiéndase la comisión defensora) y les pedimos que traigan un helicóptero y un millón de euros en billetes sin marcar. ¡No! gritó alguien, que el helicóptero lo necesita para ir a trabajar el presidente de las Corts y el millon de euros a nosotros no nos da mas que problemas que hay que andar mandándolo a los paraisos fiscales y sacándolo de paseo en bolsas de basura. Mejor les pedimos documentación innecesaria que jode mucho más y alargamos el plazo 30 días para poder seguir tirándonos de los pelos por el Parlamento. Y así lo hicieron.

Nos pidieron a los miembros de la comisión defensora que presentásemos un certificado del censo electoral, que siendo perroflautas igual no sabíamos de donde sacarlo y fotocopia del DNI compulsada, habiendo como hay un decreto de la Junta de Andalucía que para más inri se llama “Decreto 68/2008 de 26 de febrero por el que se SUPRIME LA APORTACIÓN DE LA FOTOCOPIA DE LOS DOCUMENTOS IDENTIFICATIVOS OFICIALES y del certificado de empadronamiento en los procedimientos administrativos de la administración de la Junta de Andalucía y no se que más pamplinas de todos los santos”. ¡Ole! blanco y en botella, ah ¡No! que es que lo quieren compulsado, así pues sí.

Y los pobres perroflautas, por el bien de la niña, se fueron a hacer cola a la comisaría de policía y a peregrinar por las oficinas del Instituto Nacional de Estadística, total ya se había levantado la acampada, no tenían nada mejor que hacer.

Pero he aquí que una mañana el Sr. Griñán, que es a la sazón, el presidente de la Junta de Andalucía y por ende, cabecilla de todos los políticos despeluznados que corrían por los pasillos, se levantó iluminado, tal vez deslumbrado por la luz del 15M, y tuvo una revelación mística.

Sonaron trompetas celestiales, levitó por encima de su cama y llegó al Parlamento en su coche oficial tan bien repeinadito barba y todo, que los suyos apenas lo conocieron.

E inició su discurso. Como buen apóstata del 15M, ni siquiera nombró la fuente de su revelación e insistió en que se trataba de una idea propia inspirada en el talante democrático de Zapatero y el deseo de permitir la participación de los ciudadanos, que no de los perroflautas que esos están en otro orden de cosas.

Y reveló su magnánima deferencia con los electores, calculó con su mágica calculadora los votos necesarios para obtener un escaño y decidió rebajar el número de firmas de las actuales 75000 a 41000 porque era lo que le había dicho su calculadora. Eso sí, de haberse sentado, él no, por supuesto, que se le arrugan los pantalones, pero si alguno de sus técnicos de elevadísimo coste, en cualquier plaza a escuchar realmente al pueblo se habría enterado de que en esos 30 días que tuvimos de plazo para presentar papelitos absudos también habíamos aprovechado para consensuar el texto de la ILP y elevar de 10000 a 50000 las firmas propuestas. Igual de haberlo sabido su calculadora hubiera hecho otros cálculos.

Y eso no es todo, además estaba dispuesto a incluir el escaño 110 que sin tener muy clara su utilidad me aventuro a adelantar que no lleva implícito el sueldo de parlamentario, que aunque sólo sea por un día, prorrateado seguro que supera el salario de muchos de una semana.

Y presentó una propuesta de ley y se quedó en la gloria, y los pelos de sus colegas empezaron a ponerse en su sitio, y los vellos dejaron de erizarse y los dientes de rechinar. Y todo volvió al orden en el Parlamento.

Pero bueno, si este era el malo ¿no?, nos falta medio cuento, ¿donde está su plan maléfico?

Venga retomemos la frase del principio con la que os dije que os quedaseis, ¿a que no la recuerda nadie? os voy a ahorrar el paseo hasta el encabezado y os la voy a repetir “Son causas de inadmisión (de las ILPs):…Que tengan por objeto un proyecto o proposición de Ley que se encuentre en tramitación parlamentaria”.¿a que ya si suena a plan maléfico?

Y nuestra preciosa ILP se quedó con cara de vaca mirando al tren.

Ay mi madre, ¿a que va a ser que el Sr. Griñán no estaba inspirado por el talante democrático? ¿a que en lugar de buscar más participación ciudadana estaba consiguiendo callar la boca de los perroflautas llevando de la mano a su niña al Parlamento y quitandole el sitio a la nuestra?

Pues va a ser que si, que nos ha colado a una fea por una guapa y quiere hacerla pasar por lo mismo, porque nuestra niña viene adornada de levantamiento de veto para materias que actualmente están vetadas, viene adornada con la obligación de articular códigos de buen gobierno en el plazo máximo de dos años, viene adornada con la posibilidad de que los extranjeros participen de las ILPs, viene adornada con la disminución de la edad para suscribir una ILP a los mayores de 16 años. Vamos que no es lo mismo, que nosotros pedimos un menú completo y nos lo han cambiado por un caramelo y una patada en el culo.

Bueno, y ahora ¿que?. Pues vaya mierda de cuento que acaba ganando el malo, y sin príncipe, ni boda, ni perdices.

Pues ahora habrá que seguir, habrá que decirle a todos que nuestra niña es más guapa y que no nos conformamos con menos, y habrá que hacer mas niñas y mas niños y más perros y más flautas y llevarlas al Parlamento y que se queden todos calvos a base de irritaciones.

Que no se acaba el cuento, no hasta que no queramos nosotros y nosotros no queremos. Y nos vemos en la plaza para la proxima asamblea porque esto no se para, y no hay colorín, ni colorado ni mucho menos cuento acabado.